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Güevona no: feliz.

Soñé con los días que te soñaba con tu olor a distancia cercana impregnado de café y dulces de leche y pulso y papel, con tu acento y tus cuentos y tus besos por módem y tus regalos por mail; soñé el encuentro y el reencuentro y el reclamo furioso de las ganas; soñé que soñaba nuestra casa y nuestras creaciones y la piel y la sábana.

¿Así cómo voy a querer despertarme?

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