el mosquito que zumba cerca de tu oído cuando más te quieres dormir.
una abeja que se posa en el borde de tu vaso de refresco.
darte cuenta de que tu cereal no es extracrujiente: tiene gorgojos.
los subtítulos mal sincronizados.
el hámster que amanece muerto.
el hipo.
la cerveza caliente.
verte en el espejo después de saludar al chico que te gusta y descubrirte el frijolazo en el diente.
la caca de pájaro en el hombro (o en la cabeza).
una súbita pantalla azul en la pc.
cuando se va la luz y no has guardado.
“no se reconoce el dispositivo”.
la coca cola sin gas.
la tapa de pan.
la jarra de agua con sabor a refrigerador.
golpearte el meñique del pie con la pata de la cama.
una gotera.
equivocarte de ventana en el messenger.
encontrarte un pelo en la comida.
el cuadro que nunca está derecho.
morderte el cachete por dentro cuando masticas chicle.
el grifo que nunca cierra bien.
las llaves que se quedan adentro.
la foto del pasaporte.
el cigarro prendido al revés.
cuando vas al wc ajeno y descubres que está tapado.
que se te acabe el gas a media cocinada.
levantarte y pisar descalzo el orin de tu perro.
una piedrita en el frijol.
el salero mal tapado.
la tecla que se queda pegada.
cuando vas a visitar a alguien y su perro se enamora de tu pierna.
y las que faltan.