karaoke
Le canto, le llamo desde todas mis mareas, desde todas mis asfixias.
Desde la voz descobijada, el hombro yermo, el muelle de mi espalda, el cuello de imán y serpentina, las huestes del cerebro, desde los pliegues vírgenes del alma, el sueño laberinto, la yunta de mis dedos, el suspiro y la gangrena y el vientre invernadero.
Desde el muñón de sueños y los pechos húmedos de horchata, la ampolla de impaciencia, el ojo que ladra profecías, la lágrima enterrada, las venas áridas y la saliva ungüento, la vulva de magma, los muslos de anzuelo y precipicio.
Le canto desde todas mis orillas, desde esta obscuridad desafinada.