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VI

Despierta.

Y no sabe qué ha sido de la flecha que avanzaba incendiando los sensores, ésa que le nació la noche hinchada de cometas, la noche licuada de horizontes.

Debió habérsele perdido entre las grietas.

Debió habérsele clavado en un costado.

Hoy amanece acurrucada en la nevera. Debajo de sus ojos crece un jardín de jaramagos.

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