sí. enferma, sí. el dolor se convulsiona entre los dientes, y el miedo crea abismos insondables que se comen el puente colgante, abismos con lenguas que saben mi nombre, que me lamen, que mancillan los sueños turgentes, los pulpos maniatados del lenguaje
la pequeña es aplastada por el músculo ciego de mi hambre
el picahielo sordo no entiende tus verdades
corazón
si tan sólo pudieras ver las grietas en sus venas
y las tuyas teñidas de magenta
y abrazarme