duerme
y no habrán lunas cavándole la frente
le arroparé con telarañas
con un afónico paraguas
invisible
obediente
le daré el mutismo necesario
no habrá batir de alas que perturben su desmayo
duerme
seré la caída solidaria
la sucursal del caos
recién inaugurada
me llevaré en mis brazos
como quien lleva una lápida sonriente